ALTA VELOCIDAD
Un día plantaron frente a su casa una tuneladora, infinidad de maquinaria pesada y vehículos extraños; comenzaron las obras.
A las puertas de su vivienda iba a pasar un tren, que iría tan rápido que ni lo podría ver. Viuda, sola, con 72 años decía que ya lo había visto todo, y aguantó las obras, la suciedad, el ruido, hasta que un día, parte de la ladera se derrumbó sobre su casa, entonces fue a reclamar que se lo arreglaran y le dijeron que eso debía ser de la lluvia,
- Pero, si llevo viviendo aquí toda la vida y llovió y nevó y nunca pasó nada.
- Pues reclame usted donde quiera.
Y lo hizo, primero la fase administrativa previa, luego la contencioso administrativa, y vio pasar el tren a la velocidad de la luz, pero murió esperando en la estación de la justicia.
En la espera sonaba mi canción favorita