lunes, septiembre 05, 2005

PELLAS Y CHORIZOS



Años de vello incipiente, de rebeldía con las normas, de amistades a muerte, de no arrugarse con los amigos.

Si había que hacer novillos, ("pellas" le llamaban) allí estaba, las horas de clase había que llenarlas y no tenía dinero para el bocata de la cantina, ni para un churro, de los que a duro vendía la churrera.

Lo más gratis era mirar, y lo mas mirable era, o el Vips de Velázquez, o el Corte Inglés de "Generalísimo" (entonces se llamaba así, ¿qué le vamos a hacer?).

Aquel día en compañía de otros decidieron ir al Corte Inglés, estaba mirando las gafas que los pijitos habían llevado el verano anterior, "Le Coq Sportif", se las probó, se miró al espejo, se gustó y zas, decidió guardarlas en el bolsillo interior de su chubasquero.

Subidón, pulso a tope, tensión....., mientras iba a las escaleras mecánicas todas las sensaciones en su cuerpo, en unos metros más abandonaría la planta de deportes y con ella el riesgo de ser sorprendido, pero no, justo cuando iba a poner el píe en la escalera le agarra fuerte una mano:

- ¿Dónde te crees que vas?

- A mi colegio.

- Ahí, es probable que no vuelvas. Tienes que acompañarme "majete".

En aquel cuarto, más subidon, el pulso pasado de revoluciones. Va directa al bosillo y saca las gafas:

- ¿Qué es esto?

(Silencio). Sigue registrando los bolsillos.

- No tengo nada más, lo juro.

La misma mano palpa su entrepierna

- ¿Y esto, es tuyo? Manteniéndola fuertemente agarrada.*

El no recuerda, si aquella fue su primera erección de adolescente, pero si que recuerda, que fue la primera, que una mujer tocó.

*(Los vaqueros Wrangler hacían milagros)