jueves, febrero 23, 2006

SE SIENTEN COÑO

Oí como, con gran algarabía, bajaba las escaleras, Manolo, "el borracho"; venía dando vivas extraños y ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma!
Contó que había oído en la radio que unos Guardias Civiles habían dado un golpe de estado.
Aprovechando el revuelo que Manolo había montado, algún cabrón me robo el bocata. Casi, casi, mi única comida al día.
Me senté coño. Jodido, sin bocata.