martes, junio 12, 2007

SEGUNDA PARTE

Cambió su cama fría, por la cama caliente de ella. Cambió sus hijos por los de ella. Cambió noches familiares por noches de idas y venidas. Se dejó melena y se puso pulseras. Con los hijos de ella no tenía autoridad y con los suyos la perdió. Al tiempo la cama caliente se enfrió, las idas y venidas se quedaron solo en venidas y cuando pensó que estaba en una familia equivocada quiso volver, se cortó el pelo, se quitó las pulseras y volvió.
Ella y los niños recuperaron una figura y él recuperó un hogar